#𝐃𝐢𝐚𝐫𝐢𝐨𝐝𝐞𝐥𝐌𝐞𝐝𝐢𝐚𝐝𝐨𝐫 ➡️ #SabíasQué...
👨💻𝐑𝐞𝐜𝐮𝐞𝐫𝐝𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐬𝐢 𝐪𝐮𝐢𝐞𝐫𝐞𝐬 𝗣𝗥𝗘𝗣𝗔𝗥𝗔𝗥𝗧𝗘 𝐩𝐫𝐨𝐟𝐞𝐬𝐢𝐨𝐧𝐚𝐥𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐜𝐨𝐦𝐨 𝖬𝖤𝖣𝖨𝖠𝖣𝖮𝖱/A, 𝐩𝐮𝐞𝐝𝐞𝐬 𝐟𝐨𝐫𝐦𝐚𝐫𝐭𝐞 𝐎𝐍𝐋𝐈𝐍𝐄 𝐜𝐨𝐧 𝐧𝐨𝐬𝐨𝐭𝐫𝐨𝐬, 𝐬𝐨𝐥𝐢𝐜𝐢𝐭𝐚 𝐈𝐍𝐅𝐎 𝐬𝐢𝐧 𝐜𝐨𝐦𝐩𝐫𝐨𝐦𝐢𝐬𝐨 👇
#𝐃𝐢𝐚𝐫𝐢𝐨𝐝𝐞𝐥𝐌𝐞𝐝𝐢𝐚𝐝𝐨𝐫 ➡️ #SabíasQué...
👨💻𝐑𝐞𝐜𝐮𝐞𝐫𝐝𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐬𝐢 𝐪𝐮𝐢𝐞𝐫𝐞𝐬 𝗣𝗥𝗘𝗣𝗔𝗥𝗔𝗥𝗧𝗘 𝐩𝐫𝐨𝐟𝐞𝐬𝐢𝐨𝐧𝐚𝐥𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐜𝐨𝐦𝐨 𝖬𝖤𝖣𝖨𝖠𝖣𝖮𝖱/A, 𝐩𝐮𝐞𝐝𝐞𝐬 𝐟𝐨𝐫𝐦𝐚𝐫𝐭𝐞 𝐎𝐍𝐋𝐈𝐍𝐄 𝐜𝐨𝐧 𝐧𝐨𝐬𝐨𝐭𝐫𝐨𝐬, 𝐬𝐨𝐥𝐢𝐜𝐢𝐭𝐚 𝐈𝐍𝐅𝐎 𝐬𝐢𝐧 𝐜𝐨𝐦𝐩𝐫𝐨𝐦𝐢𝐬𝐨 👇
Según una antigua fábula árabe, un hombre dispuso en su testamento que sus camellos debían repartirse entre sus hijos de modo que el primogénito se quedara con la mitad, el segundo con un tercio, y el tercer hijo con la novena parte del total de los mismos.Pues bien, a su muerte, el hombre tenía en su patrimonio diecisiete camellos, número que evidentemente no es divisible entre dos, tres ni nueve.Sus hijos pasaron una luna negociando y discutiendo cómo repartirse los animales sin despedazar ninguno en el proceso ni quebrantar los exactos deseos de su querido padre. Las negociaciones siempre empezaban amistosamente, pero el transcurso del tiempo y la sensación del estancamiento pronto provocaron encendidos enfrentamientos entre los hijos, que empezaron a socavar el amor que siempre se habían profesado entre sí.Finalmente decidieron acudir a un “hombre sabio” para que les ayudara a resolver tan “jorobado” problema.El hombre sabio les pidió dos días de reflexión.Al tercer día, les convocó y les dijo lo siguiente: “Le he dado muchas vueltas al reparto de vuestra herencia, pero no tengo una solución para vosotros. Lo que sí tengo es este camello”. Y se lo dio, con una sonrisa cómplice.Con el nuevo mamífero, los tres hermanos tenían ahora un total de dieciocho animales.El primero tomó la mitad, es decir nueveEl segundo tomó un tercio de los camellos, es decir seis.Y el tercero tomó la novena parte, es decir dos.Es decir 17 camellos, sobrándoles por tanto el último camello, que los tres hermanos devolvieron al hombre sabio, deshaciéndose en elogios y prometiéndole eterna gratitud por haber hecho desaparecer, con su generosidad, el problema que tan imposible les parecía resolver.
En esta entrada queremos hablar sobre los conflictos y las diferentes maneras que hay para poder afrontarlo, con el objetivo de poder llevar a cabo adecuadamente el proceso de mediación.
¿Qué entendemos como conflicto? Se podría decir que es una situación de controversia entre diferentes partes, o incluso con nosotros mismos. Es decir, situaciones de desacuerdos, y por ello el objetivo principal cuando ocurre un conflicto es buscar un acuerdo.
Cae destacar que la mayoría de conflictos vienen a raíz de la mala comunicación y la falta de gestión de emociones. Dado este motivo, si realizamos un análisis del conflicto podemos darnos cuenta que en este intervienen varias partes:
Dado que esta última parte nos parece muy interesante vamos hablar de los 5 estilos comunicacionales en el proceso de gestión de conflictos.
ESTILO COMPETITIVO: este, hace referencia a cuando una persona persigue sólo sus propios objetivos personales, ignorando a la otra parte.
A continuación, os dejamos una infografía con ejemplos de los estilos para que os la podáis descargar y compartir.
Hasta el momento habíamos hablado de 3 escuelas de Mediación, sin embargo son varios los autores que consideran que existen muchas más. Continuando con estas entradas, hoy queremos indagar un poco más y hablar sobre el método integrador.
Este se podría definir como un modelo innovador, con el cual se rompe con todo lo obsoleto y deja paso a nuevas fuentes y herramientas que facilitarán la resolución de conflicto mediante el proceso de mediación.
Para entender mucho mejor el método integrador, debemos hacer referencia a su base principal, MEDIAR-TE. Este es un método alternativo en el cual se utilizan las fórmulas de PNL. Ahora mismo os estaréis preguntado muchos de vosotros qué significan estas siglas, ¿verdad?.
PNL hace referencia al término “Programa Neuro-Lingüístico”. Entendemos dicho programa como una forma de cambiar los pensamientos y hábitos de una persona para que sean exitosos por medio de técnicas de percepción, comportamiento y sobre todo de comunicación. Además, nos enseña a establecer metas, motivadoras, congruentes y alcanzables para que puedan lograr sus objetivos a largo plazo.
Todo este programa es beneficioso para el proceso de mediación, ya que ayuda a las personas a mejorar su comunicación, aprender a escuchar y comprender a los demás, así como mejorar sus habilidades de expresión.
Concretamente, en el mediador es útil para:
a. Preparación personal: nos ayuda a dar lo mejor de uno mismo en cada intervención. Cada mediación es diferente porque las personas y los temas son diferentes. La PNL nos da recursos para elegir el estado más adecuado para cada momento.
b. Preparar la Mediación. Con la PNL podemos determinar los objetivos concretos para cada sesión e incluso definir los indicadores que nos van a señalar que nos acercamos o nos estamos alejando de aquello que nos hemos propuesto en cada etapa.
c. Tener en cuenta las dificultades para cada una de las partes y si las posibles soluciones van a ser convenientes para ambas.
d. Establecer la sintonía adecuada, para que la mediación sea posible y todas las partes se sientan cómodas; además, será efectiva y resolutiva.
e. Establecer las pautas del proceso de mediación de forma comprensible para todas las partes.
f. Utilizar un lenguaje adecuado que permita que las personas se sientan respetadas.
Y en los mediados es útil para:
a. Ayudar a cada parte a “entender” o “visualizar” la forma de vivir la situación de la parte contraria y que encuentre vías de acercamiento diferentes.
b. Acompañar a las personas a clarificar su postura, cuando ésta no se halla claramente definida o cuando sus expectativas son demasiado exigentes y difíciles de cumplir, por tener una lista interminable de condiciones a tener en cuenta.
c. Sentir que sus perspectivas van a ser tratadas con respeto.
Estas intervenciones y beneficios que hemos comentado se verán reflejados dentro del procedimiento de la mediación. Recordemos que la estructura que se debe seguir en todos procesos es:
Sesión constitutiva: En esta fase las partes firman el acta de constitución del proceso de mediación y se les informa del proceso.
Sesión individual: Esta fase a su vez se subdivide en dos:
a. Vaciado: consiste en “vaciar” a la persona de la información necesaria que necesitamos para gestionar el conflicto. La escucha activa, el calibraje, el rapport serán técnicas indispensables que el mediador deberá utilizar.
b. Integradora: preparar a cada una de las partes para la sesión conjunta, haciendo que “integren” procesos de comunicación y de empatía.
Sesión conjunta: Una vez preparadas y predispuestas a entenderse las partes, el/la mediador/a gestionará la sesión conjunta hasta que consigan llegar a establecer acuerdos sobre el conflicto en cuestión.
Sesión avenencia: Redacción, lectura y firma del acuerdo por las partes y el/la mediador/a.
En definitiva, la forma de hablar, la estructura del lenguaje y las palabras que utiliza cada persona nos da una pista de cómo está estructurada su experiencia y cómo organiza sus pensamientos. La forma de hablar de las partes no es lineal: a través del lenguaje, no sólo expresamos nuestras experiencias, sino que también mostramos la forma en que las estructuramos y como es nuestro proceso de pensamiento. Y este hecho es fundamental para llevar a cabo un proceso de mediación eficiente.
“Que pasaría de ser una tregua insegura entre enemigos para convertirse en una sólida red de aliados” (Baruch y Folger, 1996)
Como ya hemos mencionado en entradas anteriores, la #Mediación no es una disciplina asentada ni homogénea, sino que se constituye, al igual que el resto de las disciplinas humanas, en una confluencia de perspectivas encaminadas a un modo concreto de entender al ser humano y su relación con el resto del mundo. Estas dan lugar a diferentes enfoques, escuelas o modelos, que le otorgan cierta estabilidad, ya que pueden ser consultadas y referidas para analizar cómo afrontaremos las situaciones de conflicto planteadas.
Hoy nos toca hablar del Modelo Transformativo, que tiene como objetivo centrarse en la transformación de las relaciones, es decir, recuperar y transformar la relación de las partes, proporcionándoles las herramientas necesarias para conseguir su crecimiento personal.
R. Bush y J. Folger impulsaron este modelo ofreciendo una nueva visión de cómo podemos afrontar el conflicto a través del fortalecimiento propio y el reconocimiento de los otros.
A diferencia del Modelo Tradicional Lineal (que hemos comentado anteriormente), el modelo Transformativo se centra en la relación entre las partes y no solo en buscar la causa en el propio conflicto.
Siguiendo este modelo, a través de la mediación consideraremos el conflicto como una oportunidad de aprendizaje, crecimiento y transformación moral en dos sentidos:
• Fortalecimiento del “yo”
• Superación de los límites del “yo” para relacionarnos con los otros.
La mediación transformativa no busca tanto alcanzar un acuerdo, sino lograr el desarrollo del potencial de cambio de las personas al descubrir sus propias habilidades. Nos centraremos sobre todo en las relaciones humanas para:
• Fomentar el crecimiento moral.
• Promover la revalorización (empowerment) y el reconocimiento de cada persona.
Debemos tener en cuenta cuales son los EJES del modelo:
¿Cuáles son sus OBJETIVOS?
“Si tu única herramienta es un martillo, tiendes a tratar cada problema como si fuera un clavo.” (Abraham Maslow)
Ejemplo: ¿Cuándo usted dice que ella es muy quisquillosa a qué se refiere? ¿Qué es lo que ella hace cuando es quisquillosa? ¿Cómo le afecta eso a usted?
Actualmente, nos encontramos en un momento en el que la vuelta al colegio cada vez es más difícil. Nos enfrentamos a diario a noticias sobre niños/as que sufren acoso escolar. Los familiares y amigos nos cuentan lo mal que lo están pasando sus hijos, debido a que se ríen de ellos, no quieren asistir al colegio, no tienen amigos, etc; y no saben qué hacer ante estas situaciones.
Además, es importante destacar la relevancia que está teniendo los intentos de suicido en adolescentes que han sufrido bullying.
El comportamiento de acoso escolar entre los niños ocurre en todo el mundo. Según varios estudios se estima que en Europa aproximadamente entre el 15% y 30% de los jóvenes son víctimas de acoso escolar en algún momento de su vida. En España, uno de cada cuatro estudiantes ha sufrido algún tipo de violencia en el aula que, cuando se prolonga a lo largo del tiempo se convierte en acoso escolar o bullying.
El pasado 17 de mayo, el periódico del ABC, nos trajo una noticia bastante llamativa: solucionar el Bullying a golpe de bisturí. Brasil, se quiere convertir en el primer país del mundo en financiar operaciones estéticas a niños a partir de cinco años, para luchar contra el acoso escolar y el absentismo que genera.
Según algunas encuestas de Salud Escolar que han realizado, la primera causa de bullying son los defectos físicos y luego la raza. Por este motivo, se han marcado como objetivo reducir el “bullying” que sufren los jóvenes por algún defecto físico. Dicho país ofrecerá operaciones totalmente gratuitas en los centros privados y públicos.
Para optar a estas operaciones, antes de que el paciente entre en quirófano se requiere un informe policial sobre el caso de acoso escolar que ha sucedido y una evaluación psicológica del niño. Cabe destacar que dichas operaciones contienen intrínsecas un riesgo de peligrosidad, como si de una cirugía para mayores se tratase.
A continuación, os dejamos el enlace de la noticia para que podáis leerla más detenidamente:
Llegados a este punto nos gustaría abrir un gran debate que se plantea en esta noticia comentada, en el cual esperamos vuestra participación sobre el tema.
¿Se puede solucionar un problema de este tipo a través de un bisturí como plantea Brasil o es un parche utilizado como una solución fácil para un problema cada vez más complejo?
Nuestra opinión personal, y sobre todo como profesionales del ámbito social, consideramos que la mejor solución para erradicar este fenómeno no es a base de bisturí. Debido a que pensamos que este hecho en lugar de beneficiar a la víctima, lo que produce es un beneficio al agresor dándole la razón y culpabilizando aún más a la persona que está siendo acosada. Si les enseñamos a los menores que para que no exista el bullying lo que se necesita es un cambio físico, estaremos mostrándoles que el problema está en ellos y en su aspecto, cuando esto no es así. Además, con esta solución no se tiene en cuenta los problemas psicológicos que provoca el acoso. El problema está en la falta de tolerancia que existe en la sociedad.
Consideramos que es más fácil exponer al menor a un riesgo, como es la operación, que EDUCAR a los otros en el respeto y en la diversidad. Además, de esta manera fomentaremos los cánones de belleza, por los que muchas personas llevamos tiempo luchando para erradicarlos.
Por este hecho es importante trabajar no solo con la víctima, si no también con el agresor. Buscar el motivo por el que la persona agrede y los recursos que tiene la víctima para afrontar esta situación (apoyo de iguales, familiares, profesores, colegio, servicio de mediación, gestión de emociones, habilidades sociales, etc.) .
Creemos que es conveniente trabajar la convivencia escolar y crear un clima positivo en el aula, fomentando la inclusión. Para ello sería importante implementar más proyectos y programas de prevención del bullying en los colegios y protocolos de actuación, con el objetivo de enseñar a afrontar los diferentes conflictos que nos podemos encontrar en el aula, a través de la mediación escolar fomentando las habilidades de comunicación y la gestión de las emociones.
¿Y qué es esto de Mediación Escolar?
Podríamos decir que la mediación escolar se define como un proceso de diálogo que se realiza entre las partes implicadas (ya sea alumnos, profesores, padres y/o miembros de la comunidad educativa), con la presencia de un tercero imparcial que no debe influir en la resolución del conflicto, pero que facilita el entendimiento entre las partes.
Destacar que este tipo de mediación se encuentra hoy en día en la mayoría de los colegios e institutos o así consideramos que se debería de trabajar más. Además, es importante resaltar que desde los centros educativos se puede implementar la mediación escolar de otra forma. Por ejemplo, se podría llevar a cabo en el servicio de tutoría a través de talleres y dinámicas, estas deben ir orientadas a mejorar las habilidades sociales y comunicativas de los menores y jóvenes y mostrarle la realidad, para que de esta manera disminuyan los conflictos.
A continuación, os dejamos el enlace para descargaros un pdf de un posible cuento con el que podáis trabajar estas cuestiones con los más pequeños:
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