Por Yolanda Muñoz Pérez (@yolandamunozperezz); especialista en Mediación y directora de contenidos de #DiarioDelMediador.
Desde Diario del Mediador continuamos con las entradas del blog: la Caja de herramientas del Mediador.
Resulta de gran importancia, que como mediadores dediquemos un tiempo a configurar adecuadamente nuestra caja de herramientas, es decir, a saber que técnicas e instrumentos de Mediación se adecuan mejor a nuestra manera de trabajar, con cuáles nos sentimos más cómodos, cuáles ponemos en marcha sin problemas, con una idea muy clara: la de favorecer que el proceso de mediación avance adecuadamente y llegue a un final satisfactorio.
“Si tu única herramienta es un martillo, tiendes a tratar cada problema como si fuera un clavo.” (Abraham Maslow)
Si bien como mediadores debemos tener una mentalidad flexible para no cometer siempre los mismos errores. Valernos siempre de un mismo recurso o competencia a la hora de tratar un problema sería un gran error, ya que estos tienen distintos orígenes y causas, por lo que es necesario: primero conocerlos, y segundo, personalizar nuestra gestión hacia estos.
Del mismo modo, tan importante es el contenido (el proceso de Mediación en si) como los instrumentos que empleamos, las PREGUNTAS. Es importante tener en cuenta, que como mediadores debemos de manejar una batería de técnicas, herramientas, instrumentos, estrategias y metodologías que nos ayuden en el desarrollo de nuestra labor y saber con cuáles nos sentimos más cómodos. Estas técnicas son instrumentos que debemos utilizar durante el proceso, pequeños trucos que empleamos para conseguir transformar una realidad conflictiva en una realidad de soluciones.
Algunos instrumentos o herramientas, pueden emplearse a lo largo de todo el proceso y otros de forma puntual en algunas fases de la mediación (antes, durante o después de la mediación). Además, se construyen de manera colaborativa entre todas las personas que participan en este proceso de mediación, ya que nos sirve de guía a los mediadores para organizarnos los pasos que debemos de seguir para conducir el proceso. Por lo tanto , es importante que las dominemos y que sean aceptadas por las partes que se encuentran en conflicto para que cumplan su función, y así lograr una mejor comunicación entre ellos.
Una de las herramientas más utilizada en la mediación son las preguntas, ya que nos sirven para obtener información de la situación del conflicto, comprender el problema, conocer los intereses, necesidades y sentimientos de las partes, con el objetivo de dirigir adecuadamente el proceso de la mediación. Podemos clasificar los diferentes tipos de preguntas según su intencionalidad en: Preguntas Lineales, Estratégicas, Circulares y Reflexivas.
Estas preguntas sirven para crear una interacción entre las partes. Se realizan sobre un circuito donde se engloba a todos los implicados en el proceso, es decir, el mediador pregunta a uno de los implicados sobre la interacción de los otros dos. Por lo tanto, la información que se obtiene la recibe el mediador y todas las partes implicadas en el conflicto. Esto es esencial para que perciban una nueva realidad del conflicto y poder conseguir que todos se sientan responsables de lo que está sucediendo.
Empleando de forma adecuada estas preguntas, se puede lograr un cambio en las relaciones entre las partes y en las perspectivas que tienen en un principio cada individuo respecto a la causa del problema con el objetivo de mejorar la comunicación entre ellos y poder llegar a acuerdos.
Destacar que dentro de estas preguntas circulares, podemos encontrar diferentes tipologías:
TIPOS DE PREGUNTAS CIRCULARES
Preguntas secuenciales
- Investigan sobre interacciones específicas en circunstancias concretas, a partir de las cuales se pueden identificar los patrones relacionales que alimentan el conflicto. Preguntas sobre conductas versus preguntas sobre atributos.
Ejemplo: ¿Cómo reaccionó usted cuando él le dijo que se quería divorciar? ¿Y al levantarle la voz, él qué hizo?
Preguntas sobre conductas versus preguntas sobre atributos- Intentan establecer distinciones y descripciones conductuales en lugar de calificativos y cualidades personales.
Ejemplo: ¿Cuándo usted dice que ella es muy quisquillosa a
qué se refiere? ¿Qué es lo que ella hace cuando es quisquillosa? ¿Cómo le
afecta eso a usted?
Preguntas de clasificación
- Permiten ordenar y clasificar las respuestas de los participantes ante situaciones específicas. Abren el panorama para indagar sobre reacciones diferenciales de los involucrados en una situación (disgusto, tristeza, rabia, miedo), así como sobre las creencias hacia los diversos tópicos relativos al problema. Preguntas diacrónicas.
Ejemplo: ¿Podría decirse que los dos están de acuerdo en que el problema es por el dinero que le debe, pero el desacuerdo está en la cuantía de los intereses?
Preguntas diacrónicas
- Indagan cambios conductuales que indican un cambio en dos momentos diferentes, antes y después de un evento específico:
Ejemplo:¿En que cambió la vida de cada uno después de que usted empezó a trabajar fuera de la casa?
Preguntas hipotéticas
- Buscan diferencias de opinión con respecto a situaciones imaginadas, en el pasado, el presente o el futuro. Liberan a las personas de la concreta inmediatez de las respuestas sobre hechos y revelan posibilidades, esperanzas, temores
Ejemplo:¿Qué se imagina que tendría que ocurrir para que ustedes lleguen a un acuerdo? ¿Cómo crees que os sentirías si lo lograrais? ¿A qué tendrían que renunciar?
Por ello, hemos configurado esta breve infografía sobre las diferentes tipologías de preguntas circulares.
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AUTORAS:
Excelente muchas gracias!!
ResponderEliminarPrecisamente estaba buscando esta info sobre las Cajas de herramientas.
saludos