“Toda intervención social, utiliza un método, se apoya sobre una teoría, una base experimental, un sistema de valores.” (Du Ranquet, 1996)
Si hablamos de #Mediación debemos partir de una idea clara: no es una disciplina asentada ni homogénea, sino que se constituye, al igual que el resto de las disciplinas humanas, en una confluencia de perspectivas encaminadas a un modo concreto de entender al ser humano y su relación con el resto del mundo, que dan lugar a diferentes enfoques, escuelas o modelos, que le otorgan cierta estabilidad, en cuanto que pueden ser consultados y referidos para analizar como afrontaremos las situaciones de conflicto planteadas.
En el caso de la Mediación, no podemos hablar de la existencia de un único modelo o escuela comúnmente aceptado, podemos asegurar que existe cierta tendencia a emplear una u otra técnica en función de la tipología del conflicto que estemos tratando (en los países anglosajones la mediación se emplea principalmente en conflictos familiares; en cambio, en España se ha centrado mayoritariamente en conflictos laborales e interculturales. )
Para abordar los procesos de resolución de conflictos, el mediador en su labor profesional se rige por tres escuelas/modelos de intervención básica: Tradicional, Circular-Narrativo y Transformativo, que asientan las bases teóricas en la que posteriormente se aplicarán las intervenciones cuyo objeto de actuación son los conflictos. Aunque nosotros añadiremos una cuarta de la que hablaremos próximamente.
En este punto repasaremos la Escuela Tradicional-Lineal o Modelo/Método Harvard o Negociación según principios o Negociación con base en los méritos.
Antes de decantarnos por uno u otro modelo de mediación, a la hora de planificar nuestro trabajo, es muy importante saber identificar 3 elementos presentes en toda mediación, para luego poder definir nuestro enfoque en función del elemento al que se le otorgará mayor consideración. Estos tres elementos son:
- Los participantes.
- El conflicto.
- El proceso de comunicación que se genera.
En los casos en los que el mediador/a preste más atención al CONFLICTO y tenga como principal objetivo resolverlo, recurrirá al enfoque tradicional-lineal, centrado en la consecución de ACUERDOS.
El famoso método Harvard es más bien un método de mediación para la negociación asistida que se basa en 5 premisas:
- Separar a las personas del problema.
- Centrarse en intereses, no en posiciones.
- Inventar opciones para ganar-ganar (win-win, ganar ambos).
- Insistencia en el manejo de criterios objetivos.
- Conocer el BATNA/MAAN, o mejor alternativa a un acuerdo negociado.
Este enfoque da prioridad al acuerdo, por entender que el conflicto es el obstáculo para la satisfacción de los intereses y necesidades de las partes enfrentadas. La vía para llegar a la resolución del conflicto comienza por centrar la atención en los intereses de las partes, separándolas del problema y creando opciones de mutuo beneficio. Habitualmente, los intereses se encuentran encubiertos bajo las posiciones, posturas rígidas, y a menudo irracionales, que impiden la negociación. Es tarea del mediador descubrir los intereses comunes, sin que las partes pierdan su poder de decisión, lo cual ayudará decisivamente a la consecución de buenos acuerdos.
Se trata de un método de negociación que puede aplicarse en casi todos los contextos, pero que especialmente se emplea en conflictos de carácter empresarial y mercantil (por la poco importancia que se le otorga a la relación entre las partes) y parte de considerar 4 puntos básicos en la negociación, los conocidos como PIOC:
- Personas. Separar a las personas del problema para que los mediadores (negociadores) traten directamente con el problema, sin permitir que la relación interpersonal o las diversificaciones del problema interfieran.
- Intereses. El punto de partida para llegar a una solución es conciliar o centrarse en los intereses que son los que definen el problema, no en las posiciones. Detrás de posturas opuestas también residen intereses compartidos y compatibles, por lo que la relación profesional se centrará en llegar a acuerdos mediante la jerarquización de problemas y en base a las necesidades e intereses comunes, esté será el punto de partida para llegar a un pacto o entendimiento.
- Opciones. Antes de decidir actuar, el mediador (negociador) trabajará para generar una variedad de posibilidades u opciones para el beneficio mutuo de las partes en conflicto. En la mayoría de las negociaciones existes obstáculos comunes: un juicio prematuro, la búsqueda de una única respuesta, y pensar sólo en la solución de su problema.
- Las opciones que se generen (sean + o - para las partes) deben analizarse antes de tomar una decisión final.
- Tras conocer y entender los intereses reales de las partes implicadas, es el momento de pasar a generar opciones de entre las cuales deberán salir los acuerdos con un beneficio mutuo para las partes, por lo tanto, se trata de una labor en la que tienen que participar todos los mediadores (negociadores) implicados, partiendo de componentes mínimos y recomponiéndolos para poder generar una solución buena para todos.
- La participación es importantísima, nadie debe quedar en un lugar secundario pues “nadie trabaja motivado en la solución de un problema cuando no tuvo ninguna participación en el diseño de tal solución”.
- Criterios. Debe insistirse en que el resultado se base en algún criterio objetivo. La mediación (negociación) se llevará a cabo en base a criterios objetivos e independientes de la voluntad de las partes; es decir, su resultado debe ser legítimo, reconocido y práctico, para que pueda ser aplicado y factible para los mediados.
La mediación puesta en marcha bajo este método está orientada exclusivamente a la consecución de un acuerdo, si bien permite que las partes trabajen en colaboración para resolver el conflicto, este se trabaja con el objetivo único de obtener para cada una de las partes la satisfacción de sus intereses y necesidades.
El mediador/a debe hacer un doble movimiento:- Por un lado, lograr que las partes expongan sus respectivas posiciones, identificando y entendiendo los intereses y necesidades de cada uno. De esta forma logran identificar los intereses y necesidades comunes entre los involucrados.
- Por otro, contribuir a que las partes en conflicto busquen soluciones integradoras, basadas en el binomio ganador-ganador, opciones que beneficien a ambas partes, que son seleccionadas con base en criterios entendidos como legítimos u objetivos.
La intervención del mediador/a debe ser neutral, imparcial, equidistante y facilitadora de la comunicación. La comunicación que se establece entre las partes se considera lineal, ya que está centrada en el mensaje, en el contenido y no en la relación.
En definitiva, el proceso de este modelo se basa en la consecución de un acuerdo negociado. Cada parte busca su mejor alternativa, pero al mismo tiempo, tiene en cuenta la mejor alternativa de la otra parte...
¿Quieres saber más sobre la Escuela Lineal-Tradicional? ¿Quieres saber como establecer el BATNA/MAAN?
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Al respecto os facilitamos esta interesante #infografía sobre las #EscuelasDeMediación para que la uses, compartas o difundas, pero no olvides mencionar a #DiarioDelMediador y respetar la autoría.
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Yolanda Muñoz Pérez
Directora de Contenidos, Redactora y Social Media en Diario del Mediador.
Coordinadora Servicio de Tutorías y Contenidos en Campus Online Universitario CEDECO.
Directora de diferentes Cursos Online Universitarios de Especialización con CEDECO y la Universidad Europea Miguel de Cervantes.
Especialista en Formación Online y Plataformas Elearning.
Licenciada en Psicología por la UAB
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