Los problemas de pareja no resueltos generan el deterioro de la relación, y en situaciones graves, llevan a la separación o el divorcio. Sin embargo, algunas parejas no quieren rendirse, e intentan solucionar sus diferencias a través de una herramienta útil y efectiva como es la mediación, antes de la ruptura definitiva recurran a la mediación.
En España los datos del primer trimestre de 2017, señalan un aumento de un 4,8% los divorcios y las separaciones(Consejo General del Poder Judicial).
La mediación se ha posicionado en los últimos años como una vía útil y efectiva para que las parejas traten de afrontar conjuntamente la búsqueda de soluciones a los problemas de reorganización familiar que genera una ruptura. El decidir voluntariamente ponerse en manos de un mediador familiar, imparcial y cualificado, les permitirá trabajar de la mano para alcanzar acuerdos satisfactorios para ambos.
Aunque sería atrevido aventurarse en establecer un modelo tipo de mediación familiar, en base a la experiencia de estos últimos años, si podemos establecer una hoja de ruta habitual que tienen dos momentos principales:
- Fase de premediación. Los primeros momentos permiten asentar la relación entre usuarios-mediador. A través de una entrevista inicial, se obtiene la información más relevante para afrontar el proceso. Por regla general, en estos primeros momentos del proceso es el mediador quien dirige la conversación con la intención de intentar crear un clima de confianza y rebajar los niveles de tensión existentes entre la pareja. Es común realizar varias entrevistas individuales, que nos aportarán información completa y detallada sobre cuáles son los cuestiones que han llevado a cada uno de los participantes a plantearse la posibilidad de la ruptura.
- Fase de negociación. Trabajaremos los puntos de acuerdo y de disputa que deberemos afrontar: todo lo relacionado con los/as hijos/as, en caso que existan.
Hablar de éxito o fracaso en mediación no es adecuado, en ocasiones no es tan importante alcanzar un acuerdo de 10, sino lograr abrir el camino de la comunicación que en muchos casos estaba totalmente bloqueado. Si nos ceñimos a un indicador cuantitativo, podemos establecer que aproximadamente el 70% de los casos que acuden a una mediación familiar, terminan alcanzando un acuerdo.
Nos gustaría destacar la campaña informativa puesta en marcha el pasado mes de Octubre de la Unión de Asociaciones Familiares (UNAF) ‘Con la mediación familiar todo el mundo gana’, cuyo principal objetivo es velar por el interés de todos los miembros de la familia., con el empleo de un lenguaje sencillo y claro para llegar a las parejas más jóvenes, en el que se escenifican situaciones de fallos comunicativos de expresión o de escucha, propias, o que suelen ocurrir, durante todo el proceso que puede culminar en una ruptura.
Algunos datos de interés:
- El promedio de años de convivencia de las parejas en proceso de ruptura que llegan al servicio de Mediación Familiar en la actualidad es de 13 años
- Las tres principales razones por la que rompen las parejas son: “los problemas de comunicación”, “las diferencias en la forma de entender o ver la vida” y los problemas derivados de la “ausencia de demostraciones afectivas”
- La mediación familiar tiene un impacto positivo y pacificador en los conflictos, reduce costes económicos y de tiempo (6-9 semanas) a la hora de poner en marcha el proceso de separación
- Las mujeres son, en la mayoría de los casos, las primeras en tomar la iniciativa tanto en la mediación como en la petición individual de divorcio (27% de mujeres frente a 16% de hombres).
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