"Noche de paz, noche de amor,
Todo duerme alrededor
entre los astros que esparcen su luz
viene anunciando al niño Jesús
Brilla la estrella de paz..."
Que entrañable es la letra de este villancico, ¿verdad? La Navidad, reencuentros, amor, fraternidad, FAMILIA... ¿o no?
En muchos hogares la Navidad no es precisamente un remanso de paz, todo lo contrario: recelos, rencores, desencuentros, reproches... los conflictos familiares que durante el año permanecen latentes, brotan como la hierba en primavera, incontrolables e inesperados, como el tapón de una botella que sale disparado hacia el techo. Si en muchos casos las vacaciones de verano son sinónimo de separaciones y divorcios, la Navidad es el desencadenante de muchas rupturas familiares. Pero, ¿quiénes son los principales protagonistas de estos desencuentros navideños, y por qué?
FAMILIA en pie de guerra
El conflicto ve su oportunidad ante la falta de acuerdo, y seamos realistas, la familia es una fuente de desacuerdos, plagada de multitud de conflictos de intereses (hijos que compiten por el favor de un padre teniendo en mente una futura herencia) que ven la luz alrededor de una bandeja de langostinos. Por otro lado, las abuelas o madres de familia que tanto tiempo dedican a preparar las viandas de la cena para reunir a toda la familia, no son muy receptivas a la idea de compartir a "sus niños" con las familias políticas. Sin embargo, el conflicto no dependen tanto del parentesco o posición que se ocupe en la familia, sino de la personalidad o el carácter de sus miembros, así como de la forma en la que se aferren al cumplimiento de las tradiciones que marca el calendario.
FUENTE del conflicto
Los conflictos en Navidad se multiplican a la misma velocidad que un Gremlin en un jacuzzi, es sentarnos en la mesa y parece que aquello que durante meses nos ha estado molestado de nuestro "cuñao" de repente se hace insoportable, y esperamos con recelo el momento idóneo para pegarle un "tirito"... para dejársela caer.
Los conflictos latentes adormecidos todo el año, encuentran en las siguientes situaciones un detonante perfecto para su aparición:
Los conflictos latentes adormecidos todo el año, encuentran en las siguientes situaciones un detonante perfecto para su aparición:
- Falta de comunicación en la familia, bien por omisión, bien por inadecuada. Las familias generalmente siguen una patrón de conducta de "dame pan y dime tonto", donde en muchas ocasiones se deja hacer, al fin y al cabo "es mi hijo, que le voy a decir". La comunicación debe ser asertiva, es decir, una comunicación en la que se pueda dar mi opinión sin agredir al otro, y evitar en todo momento comunicarnos de forma agresiva (ejerciendo el rol de verdugo) o sumisa (ejerciendo el rol de víctima y culpabilizando al otro).
- Mala planificación del tiempo y la economía de las navidades. Nochebuena: salir de trabajar a las 17h, ve al super a por el encargo de los langostinos antes de las 17.30h, pásate por la tienda y compra el último regalo antes de las 18h, ojo que a las 21h empiezan a llegar los invitados y aún no has comenzado ni con los aperitivos ... ¿genera estrés sólo pensarlo? Es en el periodo de preparación y planificación de las fiestas donde se nos dispara la ansiedad y el estrés. Para evitar estas tensiones añadidas, se aconseja planificar las fiestas con suficiente antelación.
- Demasiadas expectativas sobre cómo debe ser la Navidad. Que bonito en las películas, la chimenea, la casa adornada, miles de regalos bajo el árbol, ese avión que se pierde pero a última hora un buen samaritano nos acerca a casa..., luego viene la realidad, los niños gritando, se olvidó enfriar el cava y la crisis sólo da para regalar unas zapatillas. Las falsas expectativas únicamente pueden generar frustración. Para evitarlo, tanto en Navidad como en la vida, lo recomendable es marcarnos metas y objetivos reales y asequibles, para que no generen frustración.
No debemos olvidar que la mejor función de la Navidad es la de reforzar los lazos familiares, así que lo mejor será olvidarnos por unos días de tratar de resolver los conflictos familiares.
TIPS para disfrutar de una Navidad en familia
1. Negociar y planificar con tiempo dónde, cómo y con quién pasaremos las fiestas hasta alcanzar un acuerdo.
2. Una vez alcanzado el acuerdo, no darle más vueltas al tema y disfrutar de las fiestas.
3. Tratar de solucionar los conflictos familiares antes de la Navidad, si es preciso con ayuda profesional (!viva la Mediación!)
5. Ajustar el presupuesto de las navidades a la realidad económica familiar, sin pretender gastar más de lo que se tiene, sino pensando en que lo importante es reunirse.
6. Mantener las formas, aunque se deba compartir mesa con un familiar que no agrade, dicese del "cuñao" que todo lo sabe.
7. No abusar de la bebida, que igual que las armas, la carga el diablo.
Ahhh y ojo, unos consejos de última hora para evitar disgustos y enfrentamientos en Nochebuena:
- No esperar que el jamón de tu "cuñao" sea de Jabugo de 5J.
- No esperar que los langostinos de tu suegro sean de Sanlúcar de Barrameda.
- No esperar que el turrón del duro se corté sin destrozarlo y hacerlo migas.
Eloy Ortiz Gómez y Yolanda Muñoz Pérez te desean
PD: pedimos perdón a todos los cuñados del mundo, esta entrada no tiene nada en su contra.
Cuanta razón!!!!!
ResponderEliminarParece que todo se desata en Navidad.....o puede ser que nos toque mas fuerte por ser las fechas que son, y es que es verdad, tanto bombardeo en tv. tanto colorido por todas partes, tanto lazo, tanta cajita de regalo, nos aleja del verdadero sentido de la navidad, y lo que parece que mas nos va a unir, es lo que termina generando un conflicto que evidentemente estaba ya latente; pero........
Navidad!!!!
Navidad!!!!
Blanca Navidad!!!!!!!!!