Forzar una reconciliación, es una paso hacia atrás en el espíritu que debe presidir todo acto de mediación. La línea roja de todo mediador, se salta cuando estás imponiendo o forzando la voluntad de las partes, elemento esencial de la mediación. Mi consejo para todas las personas que acudan a la mediación, como método alternativo, de solucionar sus discrepancias o diferencias. Nunca acepten que les impongan un criterio que, de algún modo, esté alterando su voluntad. Con ello nos harán un gran favor a los mediadores, ya que nuestro fin es alcanzar una solución a las diferencias existentes, entre las partes, pero SIEMPRE respetando la voluntad de ambas.
Forzar una reconciliación, es una paso hacia atrás en el espíritu que debe presidir todo acto de mediación. La línea roja de todo mediador, se salta cuando estás imponiendo o forzando la voluntad de las partes, elemento esencial de la mediación. Mi consejo para todas las personas que acudan a la mediación, como método alternativo, de solucionar sus discrepancias o diferencias. Nunca acepten que les impongan un criterio que, de algún modo, esté alterando su voluntad. Con ello nos harán un gran favor a los mediadores, ya que nuestro fin es alcanzar una solución a las diferencias existentes, entre las partes, pero SIEMPRE respetando la voluntad de ambas.
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